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Protocolo de actuación

  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1º)  Normas comunes de actuación
 
Todas nuestras decisiones y nuestras acciones deben estar bajo el principio de la seguridad, seguridad de todos los actuantes y seguridad de las personas y bienes personales y sociales.
Lo que en principio parece muy elemental y fácil, en la realidad surgen muchos problemas, problemas que surgen por no actuar en los primeros momentos con la necesaria diligencia.
Es importante señalar que la información de que estamos delante de un incidente de un material peligroso, así como las características de dicho material nos permite en muchos casos evitar muchos problemas antes  de que su gravedad sea más importante.
Ø    Reconocimiento, identificación y clasificación de la materia peligrosa implicada
MÁXIMA SEGURIDAD. En un primer momento  inicial de actuar con la máxima celeridad se debe imponer un primer reconocimiento: identificar y clasificar la MMPP. implicada, para ello existen unas reglas básicas ya conocidas por todos
-Perímetro de seguridad, mantener el perímetro de seguridad fijado y si éste no existe, fijarlo y disponer un control por personal de seguridad.
-Acercamiento el accidente, siempre en dirección del viento (mucha precaución y seguridad antes de emprender el trabajo) en muchos casos (y si disponemos de prismáticos) no estaría de más comprobarlo a cierta distancia
Todos sabemos la importancia de la información, los bomberos y personal de urgencias sabemos que por desgracia muchas veces nada tiene que ver la realidad con la información recibida, por eso nosotros en el lugar del accidente tenemos que  tener claro que toda información que pasemos será clave y vital para el buen funcionamiento de las ayudas que puedan ponerse en marcha.
Todos creo que tenemos nuestra experiencia propia llena de ejemplos sobre la importancia de la verificación de la información recibida en un primer mo­mento, la situación de emergencia y por las propias dificultades de recabar una información completa en un primer instante, no siempre se ajusta a la realidad. Asimismo, la falta de información sobre la existencia de este tipo de materiales hace que en muchas ocasiones se corran riesgos que debiéramos considerar innecesarios. No abun­daremos en este tema porque es de sobra por todos conocido.
Sobre la detección de la presencia de materiales peligrosos se suelen utilizar unas normas  aplicables a la mayoría de los incidentes:
-Localización y ocupación. Esto claramente está enfocado desde el punto de vista de situados fijos. Podemos hablar de plantas de fabricación y almacenamiento, operaciones industriales, almacenes y hasta de su­puestos en ferrocarril y puertos. Mientras que de muchas localizaciones y ocupaciones es clara la presencia de materiales peligrosos, en otros casos es mucho más dudoso a priori la determinación de su presencia. La planificación de la respuesta en situados fijos debe de partir de la verificación de esta presencia, principal o secundaria
-Forma de los contenedores. La forma de algunos contenedores es tan característica que la presencia de algunos materiales peligrosos puede ser determinada. Contenedores indi­cativos incluyen los usados para materiales radiactivos, productos pre­surizados, criogénicos y corrosivos, entre otros
-Marcas de los contenedores y colores. El ejemplo clásico son las balas de gases comprimidos donde los colores codificados indican su conte­nido.
-Placas y etiquetas. Tanto en transporte como en instalaciones fijas está normalizado el tipo de placas y etiquetas de identificación de este tipo de productos.
-Papeles de transporte y hojas de seguridad de los materiales. Papeles de transporte deben incluir información del nombre del producto trans­portado, número de identificación, clase de peligro y la cantidad. La hoja de seguridad proveerá información sobre el fabricante, ingredientes peligrosos, etc.
-Sentidos. Colores y placas pueden ser vistos a una considerable distancia. Oír un cambio en el sonido de una fuga de un gas presurizado nos puede servir de aviso a un fallo del contenedor. El resto de los sentidos, con buen sentido común, nos ayudarán en la detección de la presencia de peligros
El uso de las marcas, placas y etiquetas en el transporte lógicamente estará limitada por la propia legislación aplicada, lo que presentará sus desventajas. En un accidente las placas pueden perderse o no ser visibles, puede haber un transporte combinado que en función de las cantidades transportadas sólo sea identificado en relación con uno de los riesgos presentes, etc.
Una vez determinada la presencia de un material peligroso pasaríamos a su identificación y clasificación, tanto del material como de los riesgos presentes de cada accidente.
Igualmente debiera de estudiarse las condiciones modificadoras del acci­dente: heridos, entorno, condiciones climatológicas, etc., para proceder a la determinación de las acciones a tomar y su secuencia.
 
 
 
Planificación de la respuesta
      
 Identificación
Identificación Producto Químico
Localización
Cantidad
Naturaleza del Peligro
    Vulnerabilidad
Zona Vulnerable
Población Humana
Factores Críticos
Ambiente
  Riesgo
Probabilidad de emisión
Severidad de las consecuencias
 
 
Precauciones en el rescate y búsqueda de víctimas. Una vez más hemos de destacar, de la misma manera que cuando reseñamos la primera asistencia a los heridos en incidentes con materiales peligrosos, las precauciones a tomar al proceder al rescate o búsqueda de víctimas. Cuando estas operaciones son marcadas por las propias circunstancias, como indicaciones de que hay personas atrapadas o desaparecidas, se convierte en un objetivo obligatorio de los bomberos las acciones de localizar, rescatar o asistir a las víctimas. Los riesgos asociados con estas opera­ciones son obvios y los bomberos están expuestos a gran peligro y riesgo. En el caso de desencarcelaciones las precauciones serán extremas, actuando con la máxima protección y mínimo riesgo, tanto para las víctimas como para los bomberos.
 
Respuesta planificada y coordinada. En un incidente de M.P muchos colectivos con responsabilidades diferentes estarán implicados. La pla­nificación de las acciones y la coordinación de las mismas serán claves en la buena resolución de los mismos. Dentro de la Directriz del Riesgo Químico esta estructura de planificación y coordinación está claramente definida . Sin embargo, desde el «sencillo» TPC, habitual por desgracia en nuestra experiencia profesional, hasta un hipotético incidente catas­trófico en una planta industrial, existe una gama amplia de incidentes en que ésta planificación y coordinación deberá ser realizada «in situ» y sobre la marcha; no vamos a reclamar la idea de competencias o parcelas de poder, sino apelar al objetivo principal de nuestras actuaciones como solución de incidentes y a la debida higiene mental que esto supone.
Mitigación del incidente
Existen dos métodos básicos de mitigación de incidentes de materiales peligrosos, físicos y químicos. Nos vamos a centrar en los materiales químicos  entendiendo por materiales químicos aquellos que poseen un riesgo basado en sus propiedades químicas y  físicas.
Algunos de los métodos listados para mitigación de un incidente requiere un alto grado de especialización y el uso de equipamiento técnico Por otro lado, alguno de los esfuerzos de mitigación pueden realizarse un primer instante. La contención de un derrame líquido de diesel puede ser fácilmente realizada en muchos casos. El trasvase del mismo producto de. tanque dañado a otro requerirá equipamiento y entrenamiento apropiado. Venteo  y combustión solo deberá ser realizado por personal especializado.
Ø   Métodos físicos
Métodos físicos de control comprenden todos los procesos para reducir área de un derrame, vertido u otra emisión. La selección del equipamiento protección deberá ser la apropiada al tipo de material y las condiciones en se encuentre.
-Absorción. La absorción es el proceso en los que materiales absorben líquidos a través de humectación. La absorción es acompañada por incremento de volumen a través de hincha­miento. Algunos de los materiales usados como absorbentes son arenas, arcillas, sepiolitas y fibras de tipo poliolefínico. Estos materiales pueden ser usados para confinamiento, pero deben de tenerse en cuenta que el líquido absorbido puede ser desorbido bajo acciones mecánicas o tér­micas. Cuando los absorbentes se contaminan, retienen las propiedades del líquido peligroso absorbido y, por lo tanto, deben ser considerados materiales peligrosos y deben ser tratados de acuerdo a ello.
-Cubrir. Se refiere a una forma temporal de mitigación, sobre todo apli­cable para materiales biológicos y radiactivos y algunas sustancias quí­micas como magnesio.
-Dilución. La aplicación de agua a materiales peligrosos disolubles  en agua se aplica con el objetivo de reducir el riesgo a niveles seguros. El agua no se debe de usar indiscriminadamente o sin conocimiento del efecto que producirá. Muchos materiales reaccionarán con el agua incremen­tándose la intensidad del incidente. Además la adición de agua a un derrame líquido adicionará problemas de confinamiento. No obstante es una opción viable en muchas situaciones.
 -Diques, barreras, dispersión y retención. Uso de barreras físicas para prevenir o reducir la cantidad de líquido fluyendo al ambiente. Los diques o barreras normalmente son de tierra, cemento, material sintético especial que de manera temporal o permanente se construyen para contener el vertido o derrame. Retención se refiere al método de cambio físico de dirección del flujo del líquido. Vapores de algunos materiales, tales como GLP, pueden ser dispersados, usando agua pulverizada . Existen materiales comerciales especialmente preparados para controlar derrames, espe­cialmente en cursos de agua.
-Dispersión de vapor. Vapores de algunos materiales pueden ser disper­sados usando agua pulverizada. Con otros productos como GLP, la con­centración de gas puede ser reducida por debajo del límite de inflama­bilidad con una mezcla de gas con aire, usando la turbulencia creada por un spray fino de agua.
 -Sobre-empaquetamiento. La forma más común de empaquetamiento con­siste en el uso de un container de mayor tamaño. Lógicamente, estamos hablando para el caso de bidones y otros tipo de containers que permitan esta operación, en cualquier caso este tipo de contenedores debe ser compatible con el peligro del material envuelto y debe de ser correcta­mente etiquetado.
 -Tapones y parches. Su uso va dirigido a reducir o temporalmente detener el flujo de materiales de pequeños agujeros, grietas, etc. Tapones existen de muchos tipos, usando espuma, agua o aire y parches están disponibles de una variedad de tipos incluyendo acero magnético, adhesivos . Su utilización requerirá un entrenamiento previo
-Trasvase. El trasvase o proceso de mover un líquido, gas o algunas clases de sólidos, pueden ser realizados ya manualmente, por bombeo o trans­ferencia de
presión, de un vertido, container dañado o de un tanque.  Especial cuidado debe tomarse al asegurar la bomba, elementos de trans­ferencia, etc., además, en el caso de líquidos inflamables, debe de uti­lizarse siempre material antideflagrante y tener la precauciones de colocar las tomas de tierra de todo el sistema.
-Supresión de vapor. Una técnica adecuada frente a un derrame de líquido peligroso es la aplicación de espumas para suprimir la emanación de vapor. Las espumas como agentes supresores de vapor varían en su efectividad dependiendo del tipo de espuma que sean, relación de ex­pansión, tiempo de drenaje 25% de espuma, la velocidad de aplicación de la espuma, etc   El uso de estas espumas como supresoras de vapor requieren conside­raciones diferentes de las requeridas como agentes extintores. El más obvio es lo que concierne a la estabilidad de la espuma. Esto se mide a través de tres parámetros: relación de expansión, tiempo de drenaje 25% y viscosidad de la espuma. Relación de expansión es el volumen de espuma obtenida euna unidad de volumen de espuma líquida en su forma de disolución diluida. El tiempo de drenaje 25% se refiere al tiempo que es requerido para que el 25% del líquido de la espuma drene de la espuma. Esto, junto con la relación de expansión, nos dará el tiempo en que el espesor de la manta de espuma variará en el tiempo.  Dentro de las espumas mecánicas que son producidas por mezcla me­cánica de una solución diluida del concentrado de espuma y agua con aire, existen diferentes tipos, con un rango de aplicación limitado Tanto espumas de baja y alta expansión pueden ser usadas como supre­soras de vapor, pero son menos móviles sobre la superficie de fuel y en general resultan espumas más sometidas a las condiciones climáticas como velocidad y dirección del viento, precipitaciones, etc.
-Venteo. Es utilizado con líquidos o gases comprimidos cuando se con­sidera peligro de explosión o rotura mecánica. En general consiste en la emisión controlada delmaterial para reducir y contener la presión y disminuir la probabilidad de una explosión.

 

Clasificación general
 

Clase

Riesgo

Ejemplos

1 Explosivos

El propósito principal estará en función de la explosión, sobrepresión u ondas de choque, fuegos, fragmentación 

Dinamita, TMT, Fuegos artificiales

2 Gases

Sobrepresión a temperaturas normales, puede ser inflamable o corrosivo, posibilidad de BLEVE

Propano, Cloro, Oxígeno

3 Líquidos inflamables

Inflamación

Gasolina, Tolueno

4 Sólidos inflamables

Ignición y arden vigorosamente

Fósforo Blanco, Sodio metálico

5 Oxidantes y peróxidos orgánicos

Emisión Oxígeno Combustión

Clorato de Sodio, Ácido Nítrico, Nitrato  Sódico Beróxido de Benzoilo

6 Veneno, materiales etiológicos

Alto grado de riesgo para la salud

Cianuro de Hidrógeno, Virus 

7 Materiales radiactivos

Exposición Radiactiva, contaminación, Envenenamiento por Radiación

Uranio Enriquecido, Plutonio, Residuos Radiactivos

8 Materiales corrosivos

Pueden destrozar tejidos humanos; algunos son oxidantes, algunos tóxicos e inestables 

Ácido Sulfúrico, Hidróxido Sódico   

9 Otros materiales regulados

Poseen características peligrosas en transporte.

Cloroformo, Detergentes caseros

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
2º) Propuestas de carácter general
 
A continuación se adjuntan varias propuestas de carácter general de protocolos de actuación ante accidentes en el transporte de mercancías peligrosas. Como base se ha tomado una dotación de bomberos con un vehículo de intervención, un mando, un conductor y tres bomberos (total 5 personas).
Planteamiento del lugar de intervención
Para el planteamiento de una intervención con MMPP se deberá tener en cuenta los siguientes puntos:
  • Dirección del viento: La dispersión a una velocidad inferior a 2 m/s es circular y a una velocidad superior es en forma de pluma. Siempre hay que situarse en la dirección del viento.
  • Marcar las zonas de peligro, zona caliente (riesgo), zona templada (instalaciones equipos de intervención) y zona fría (segura).
  • Para determinar las zonas afectadas por el accidente, es recomendable la utilización de procedimientos adecuados. Estos procedimientos deben basarse en modelos matemáticos
  • Establecer la ubicación del puesto de mando avanzado (PMA)
  • Establecer la ubicación de los vehículos, vías de salida.
  • Establecer a la salida de la zona caliente la descontaminación si es necesaria.

 Las acciones a realizar por los recursos humanos serán:

  • Equipo de intervención
  • Equipo SOS
  • Control intervención
  • Equipo descontaminación
  • Equipo alimentación (conductores)
  • Mando de la intervención
Maniobra de descontaminación
Para la maniobra de descontaminación se deberá tener en cuenta los siguientes puntos:
  • Señalización de la zona donde se realiza la descontaminación.
  • Establecer una entrada y una salida.
  • Disponer de un depósito hermético, para el material utilizado, a la entrada de la zona de descontaminación y otro en la salida, para la colocación de los trajes utilizados.
La zona de descontaminación estará preparada para una ducha y lavado como mínimo. Una forma sencilla de realizar una cubeta para la recogida del agua es la colocación de cuatro mangotes en forma de cuadrado y colocando una lona de PVC encima.
A la salida debe preverse un control del PHI y verificar que se encuentra entre los límites permitidos.
 
Maniobra básica un vehículo
Para la maniobra básica se contará con un mando, un conductor y tres bomberos:
El conductor se encargará de extender una manguera de 70 mm con una bifurcación, en dirección a la intervención, posteriormente se encargará de la alimentación del vehículo.
2 bomberos formarán el equipo de intervención instalarán, como mínimo, dos mangueras de 45 mm y una lanza difusora, se encargarán de la extinción.
1 bombero instalará dos mangueras y una lanza difusora, las dejará instaladas en dirección del fuego (ver dibujo), de esta manera puede un solo bombero actuar, al no tener que arrastrar los dos tramos de manguera. Será el encargado de controlar al equipo de intervención, accionará las llaves de la bifurcación y actuará como equipo SOS.
El mando de la intervención, deberá establecer el plan de actuación, niveles de protección y zonas de actuación. Comunicará las incidencias al Centro de Coordinación Operativa.
 
Maniobra básica dos vehículos
El primer vehículo desarrollará la maniobra básica de un vehículo.
El segundo vehículo se encargará de instalar el equipo SOS y la descontaminación, si fuera necesaria. El control de la intervención y posteriormente la descontaminación, debe ser realizado por el mando del segundo vehículo. El mando del primer vehículo será el mando de la intervención.
Hay que tener en cuenta que la instalación de intervención y la de SOS se alimenten de vehículos diferentes.
 
Maniobra de aproximación
Esta maniobra se realiza para la aproximación cuando es necesario cerrar una válvula de una instalación, abrir un contenedor, efectuar un salvamento de una persona envuelta entre las llamas, etc.
Se utilizará la sistemática básica para cada vehículo. Debe tenerse en cuenta la alimentación independiente para cada línea de mangueras. El mando del segundo vehículo se situará en el centro de las dos líneas y ordenará el avance, las dos líneas de mangueras y el mando deben estar juntos sin separarse. Una vez efectuado el cierre de la válvula, etc. el mando (solo) se dará la vuelta y guiará (marcando el paso) a los bomberos que retrocederán de espaldas, no dejando en ningún momento de tirar agua.
Esta maniobra exige mucha coordinación entre el personal por lo que es necesario practicarla, para tener garantía de funcionamiento.
 
Maniobra de extinción con espuma
Esta maniobra se puede realizar de diversas maneras, alimentación de espumógeno por bomba vehículo, por premezclador instalado en la línea de manguera, etc.
La maniobra que se presenta sigue el mismo criterio de distribución de personal por vehículo. La instalación con premezclador, intercalado, permite un mejor aprovechamiento del espumógeno, tiene el inconveniente de estar continuamente pendiente de los bidones de espumógeno.
Se debe disponer de dos líneas de actuación y alimentarse desde vehículos diferentes. Se montará en cada línea otra de SOS.
 
Maniobra con trajes de protección N-I, N-II y N-III
 
Nivel de protección I
El nivel I comprende el traje de intervención completo, es decir chaquetón, pantalón, casco, botas, guantes y verdugo y además el equipo de respuesta de emergencias (ERA)
La protección básica en una intervención de este tipo la proporciona el ERA, que protege las vías respiratorias evitando la intoxicación por inhalación e ingestión del producto. Ello, unido a la protección que proporciona el traje de intervención, hace que en la mayoría de siniestros el nivel I sea seguro para una primera intervención rápida, siempre y cuándo no se produzca un contacto directo con el producto ni una exposición muy intensa a tóxicos que puedan afectar zonas de la piel no protegidas.
En muchos servicios de bomberos, el vehículo de primera salida no dispone de trajes de protección química, por lo que en un accidente en el que se ven involucradas MMPP se debe realizar la primera intervención en espera de que lleguen refuerzos con los equipos adecuados. En este caso y valorando siempre la situación (producto y condiciones del accidente) el mando de la salida debe decidir la intervención con nivel I de protección para:
  • Salvar vidas sin exponerse directamente al producto
  • Tratar de identificar el producto y sus peligros
  • Asegurar la zona por medio de balizamiento y evacuación

Se considera que para un 80% de los accidentes es suficiente la protección con nivel I, permitiendo una rápida intervención.

Nivel de protección II
El Nivel II de protección está compuesto por el traje contra salpicaduras que va colocado encima del equipo del Nivel I. Esta protección no es estanca a gases ni cuenta con presión positiva por lo que no debe utilizarse en concentraciones altas de gases tóxicos.
El Nivel II es necesario para trabajar con líquidos inflamables y corrosivos ya que, si se utilizase únicamente el traje de intervención este podría llegar a absorber el producto empapándose del mismo, provocando graves daños en caso de inflamación. El traje de salpicaduras hace que el producto resbale y no empape el de intervención; se fundiría en caso de inflamación pero todavía quedaría la protección del traje de intervención (en el Nivel III de protección, como se verá posteriormente, debajo del equipo, por razones de comodidad, no se lleva el traje de intervención, no quedando en caso de inflamación más protección interior).
El Nivel II es utilizado también para realizar las tareas de descontaminación de personal con Nivel III.
Existen en el mercado gran variedad de este tipo de trajes, siendo su precio relativamente barato. Es conveniente que los vehículos de primera salida cuenten con trajes de este tipo.
 
Nivel de protección III
Su principal característica es la estanqueidad, lo que permite trabajar en ambientes tóxicos.
La elección del tipo de traje de Nivel III, no es tarea fácil, ya que no existe el traje perfecto. El Bombero, a diferencia de los trabajadores de empresas químicas, desconoce el producto al que se va a enfrentar, por lo que debe contar con un traje lo más polivalente posible. 
Para realizar trabajos en condiciones especiales, estos trajes deben utilizarse con accesorios que permitan actuar con seguridad, así tenemos:
 
  • Protección para temperaturas bajas: para criogénicos y otros gases licuados en que las bajas temperaturas (<-40 ºC) hagan aparición en caso de fugas, la resistencia del traje puede verse afectada gravemente, por lo que será preciso utilizar protección suplementaria consistente en guantes de protección para frío, traje de protección de chaqueta y pantalón y protección para botas.
  • Protección para fuego: Esta protección se consigue mediante trajes de aproximación y penetración al fuego
Evidentemente todas estas protecciones suplementarias dificultan la visión y hacen más fatigosos los trabajos.
Esta maniobra es una de las más complejas por la cantidad de tareas a realizar, requiere por la tanto de una buena coordinación y entrenamiento, para realizarla con rapidez.
El equipo de intervención estará formado por cuatro bomberos, dos efectuarán la reducción o taponamiento de la fuga y dos actuarán como protección para dispersar o diluir la nube tóxica.
El personal de control y SOS debe estar equipado con el mismo nivel de protección que los que intervienen.
El montaje de la descontaminación debe realizarse paralelamente con la colocación de los trajes de protección.
Debe controlarse el tiempo de la actuación con equipos de protección, como norma hay que estimar unos 10 min. efectivos de actuación, hay que prever el tiempo necesario para la descontaminación. Es mucho más efectivo y seguro disponer de trajes de protección con posibilidad de alimentación exterior de aire.